Alimentación España , Castilla y León, Miércoles, 22 de septiembre de 2010 a las 16:41

Castilla y León registró unas temperaturas 1’3 grados más altas este verano

La Agencia Estatal de Meteorología ha realizado un análisis climático del verano y del otoño, que se prevé en los valores normales

CGP/DICYT Juan Pablo Ortiz de Galisteo, delegado territorial de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) en Castilla y León, ha realizado hoy en Valladolid un análisis climático de lo que ha sido el verano y de lo que se espera este otoño. En cuanto al verano, Galisteo ha apuntado que las temperaturas han sido 1’3 grados más elevadas en la región que las registradas durante el periodo de referencia 1971-2000. La estación en la que se han registrado los valores más altos es la ubicada en Sotillo de la Adrada (Ávila) con temperaturas que alcanzaron los 40 grados el 30 de julio, mientras que las mínimas no bajaron de los 21 grados.

 

El experto ha detallado el panorama atmosférico vivido durante el verano, en el que “la situación dominante en superficie fue de altas presiones en el Atlántico y una baja térmica en el interior peninsular”. Del mismo modo, “el paso de frentes asociados a bajas presiones que se encontró en latitudes más altas sólo afectó al extremo norte, mientras que la situación atmosférica en niveles altos no fue favorable para el desarrollo de tormentas generalizadas en la región”. Así, sólo los frentes que pasaron el 9 de junio y entre el 15 y 16 de junio dejaron precipitaciones persistentes en el norte de la comunidad y fueron motivo de la emisión de avisos de precipitación acumulada.

 

Volviendo a las temperaturas, los valores registrados sitúan al verano de 2010 como el séptimo más cálido desde 1971. La anomalía térmica se ha situado entre uno y dos grados en prácticamente toda la comunidad. En concreto, como ha detallado el delegado de la Aemet, las zonas del sur han superado los dos grados, mientras que el tercio noreste ha sido inferior a un grado. Respecto al mes de junio, en algunas zonas del este las temperaturas fueron ligeramente inferiores a lo normal.

 

Precipitaciones en junio un 50% mayores que lo normal

 

Por otro lado, las precipitaciones del trimestre se han situado en conjunto en valores normales, debido sobre todo a las precipitaciones registradas en el mes de junio. Tal y como ha destacado Galisteo, éstas “se han situado por encima de los valores medios para el trimestre en una franja del norte de la comunidad y en la provincia de Segovia, donde el verano se califica como húmedo”. Con diferencia, el mes más húmedo fue junio, en el que la precipitación promediada sobre el conjunto de Castilla y León superó en más del 50 por ciento su valor normal.

 

Previsión para el otoño

 

En cuanto al otoño, la Aemet señala que las temperaturas se situarán alrededor de los valores normales en Castilla y León y la mitad norte peninsular, mientras que existe una tendencia a temperaturas ligeramente superiores a los valores normales en la mitad sur de la Península, más acusadas en Canarias. Respecto a las precipitaciones, en la mayor parte de España se prevén precipitaciones ligeramente por debajo de los valores normales para esta época del año, de forma más acusada en el interior y el cuadrante suroeste.

 

 

Método de predicción estacional
La predicción estacional se basa en el modelo del Centro Europeo de Predicción a Medio Plazo (ECMWF) y se renueva con periodicidad mensual. Según los datos proporcionados por la Aemet, el sistema consta de un análisis de océano, por el cual se estima el estado inicial del océano y un modelo global de circulación general junto con la atmósfera, para obtener la evolución prevista de ambos. Los pronósticos proporcionan, para amplias zonas, una valoración de las anomalías de temperatura y precipitación respecto de un valor climatológico de referencia (valor normal), que en la actualidad es el correspondiente al periodo 1971-2000.

 

La fiabilidad de estas predicciones, que actualmente son experimentales en la Aemet, resulta mayor en latitudes tropicales que en nuestras latitudes, ya que en estas últimas las fluctuaciones aleatorias del tiempo son normalmente mayores que las componentes predecibles a escala estacional.