Salud España , Valladolid, Viernes, 15 de mayo de 2009 a las 16:19

“La combinación entre órtesis y electroterapia es eficaz para tratar el síndrome del túnel carpiano”

Ramón Izquierdo, jefe del Servicio de Rehabilitación del Hospital Clínico de Valladolid, ahonda en las neuropatías por atropamiento en el congreso de la Sermef

CGP/DICYT Se estima que entre 30 y 160 de cada mil castellano leoneses padece el síndrome del túnel carpiano, la neuropatía por atropamiento más frecuente. En general, estas patologías son compresiones crónicas de nervios periféricos y aparecen con más frecuencia en las extremidades superiores, como es el caso del túnel del carpo. Cuando el nervio mediano, que se extiende entre el antebrazo y la mano, se presiona o atrapa a nivel del túnel carpiano, en la muñeca, se produce este síndrome, cuya prevalencia es mucho mayor en mujeres, según ha precisado en declaraciones recogidas por DiCYT Ramón Izquierdo, jefe del Servicio de Rehabilitación del Hospital Clínico Universitario de Valladolid.

 

El doctor Izquierdo ha participado hoy en la última jornada del Congreso de la Sociedad Española de Rehabilitación y Medicina Física (Sermef), que se celebra desde el pasado miércoles en el Auditorio Miguel Delibes de Valladolid. Durante su ponencia, el experto ha ahondado tanto en la prevalencia de las neuropatías por atropamiento como en el tratamiento y prevención de estas patologías. En este sentido, ha destacado que la combinación entre las órtesis (ayudas técnicas que permiten mantener determinadas posiciones del cuerpo) y la electroterapia (uso del láser, ultrasonidos y la iontoforesis) es eficaz en el tratamiento del síndrome del canal carpiano.

 

En su opinión, estas medidas pueden complementarse con la aplicación de inyecciones córtico anestésicas, todas ellas “utilizables en el tratamiento conservador de los síndromes de atropamiento a nivel general” frente a la medicación por vía oral, “que es poco efectiva”. En lo que se refiere al tratamiento quirúrgico, el doctor ha recordado que sólo está indicado cuando en el paciente persiste un síndrome de irritación nerviosa, aún siendo sometido al tratamiento conservador, y presenta deficiencias motoras y sensititvas.

 

El síndrome del túnel carpiano es la neuropatía más frecuente, seguida de la compresión del nervio cubital a nivel de codo y de la compresión del nervio ciático externo a nivel de cuello de peroné, lo que se conoce como “parálisis de los remolacheros”, por el tiempo que pasan en cuclillas. Esta dolencia se da también entre los vendimiadotes y suele ser bilateral, tal y como apunta el especialista.

 

Prevalencia en mujeres

 

Por otra parte, fuentes de la organización del evento apuntan que en los 1.381 estudios neurofísicos realizados en 2008 por el Hospital Ramón y Cajal de Madrid se pone de manifiesto que una de cada dos personas padece una neuropatía por atropamiento. No obstante, el dato más significativo es que el 73 por ciento de los afectados son mujeres y tan sólo un 27 por ciento hombres. En esta línea, los datos reflejan que el 45 por ciento de estas neuropatías corresponden al síndrome del túnel del carpo.

 

Esta prevalencia se explica en la etiología de la enfermedad. Un análisis cuantitativo reciente, basado en la evidencia científica, establece que la etiología del síndrome del túnel del carpo es estructural (genética o biológica). Además, se relaciona con procesos como la diabetes, la obesidad, el hipotiroidismo, la artritis reumatoide, el nervio mediano bífido o la hiperlaxitud ligamentosa, así como “en el embarazo o la menopausia, momentos en que existen cambios hormonales en la mujer, lo que aumenta la incidencia del síndrome”.

 

Medidas preventivas
En relación con la prevención, Ramón Izquierdo advierte que es conveniente evitar posiciones viciosas. En este sentido, el uso de férulas nocturnas que mantengan la mano en una posición funcional (órtesis) es un tratamiento “eficaz”. No en vano, es durante la noche cuando la persona que padece el síndrome del túnel carpiano sufre más molestias. También es conveniente, desde el punto de vista del experto, evitar cualquier rutina de repetición y acudir al especialista en caso de dolencia lo antes posible, con el fin de no perder la funcionalidad del miembro y padecer secuelas que pueden llegar a ser irrecuperables.