Alimentación España , León, Viernes, 28 de mayo de 2010 a las 18:47

La Universidad de León compara la eficacia de los desinfectantes para evitar la enfermedad de Glässer

La mayoría de estos productos químicos se vuelven inactivos si hay presente materia orgánica

Antonio Martín/DICYT Especialistas de la Facultad de Veterinaria de la Universidad de León han realizado una comparativa sobre un total de 26 desinfectantes empleados para evitar la presencia en las explotaciones ganaderas del agente causante de la enfermedad de Glässer, un proceso generalizado en ganado porcino de cualquier edad conocido porque, como consecuencia de la cría intensiva, ha adquirido gran notoriedad. Los investigadores, que pertenecen al Departamento de Sanidad Animal, reflejan que, cuando hay materia orgánica, la mayoría de los desinfectantes se vuelven inactivos.

 

"La desinfección representa el uso de agentes químicos para eliminar el agente patógeno de un medio inerte", explica a DiCYT Elías Rodríguez Ferri, catedrático de Sanidad Animal y coordinador del trabajo. La desinfección es "una parte crucial" en el programa de bioseguridad de una explotación ganadera y se realiza en las estructuras de la instalación (paredes, suelos, instalaciones para el agua o los alimentos...). Este trabajo se lleva a cabo cuando en la granja no hay animales, esto es, entre que se envía a un lote al matadero y llega una nueva partida de lechones. Esta actividad higiénica es "un proceso muy técnico, que exige conocimientos para elegir el producto más adecuado a cada caso", incide el experto.

 

El procedimiento utilizado por los investigadores del Área de Microbiología e Inmunología del Departamento de Sanidad Animal compara los resultados de la investigación de la actividad de 16 compuestos activos y 10 formulaciones comerciales que se emplean contra Haemophilus parasuis, el microorganismo desencadenante de la enfermedad de Glässer. El análisis se realizó mediante una prueba de la suspensión, y una prueba del portador. También se hicieron estudios en campo. En ambos casos se persigue "comprobar si la actividad desinfectante se neutraliza en presencia de materia orgánica", explica Rodríguez Ferri. Hay que recordar que en la desinfección de las explotaciones se emplean productos muy distintos, como aldehídos, fenoles, oxidantes y derivados del cloro. Cada uno actúa de diferente manera sobre los microorganismos: unos coagulan y desnaturalizan proteínas vitales para el agente patógeno, otros actúan sobre su ADN, otros controlan su multiplicación...

 

El trabajo comparativo, publicado en el último número de Research in Veterinary Science, mostró que los 26 desinfectantes analizados lograban una significativa reducción de las bacterias, en laboratorio, en la prueba de la suspensión. Sin embargo, en la prueba del portador, cuando el test se realiza en condiciones de campo (esto es, similares a las de una explotación ganadera) y con presencia de materia orgánica, estos productos químicos no eran tan válidos. Sólo algunos grupos, la cloramina-T y cuatro formulaciones comerciales de las 10 que se probaron, eran eficaces, por lo que los autores sugieren su uso. "Hay que tener en cuenta que en una explotación no pulula un solo tipo de microorganismo patógeno que amenace la salud de los animales, sino muchos y diversos, por lo que la acción microbicida debe ser generalista y lo más eficaz posible en las peores condiciones posibles", precisa Rodríguez Ferri. Esta desinfección, además, advierte el experto, "sólo es eficaz con una limpieza y lavado previos".

 

La enfermedad de Glässer

 

La enfermedad de Glässer es un "procesos septicémico (generalizado del ganado porcino", según lo describe el coordinador del estudio, conocido desde hace 100 años. La enfermedad se manifiesta por medio de signos nerviosos (meningitis), inflamatorios y respiratorios (neumonía). Su agente productor (Haemophilus parasuis) se presenta conjuntamente con otros patógenos, sobre todos víricos, como el virus del síndrome respiratorio y reproductivo porcino, y de bacterias, formando parte del complejo respiratorio porcino. La enfermedad de Glässer causa, sola o asociada a estos otros procesos, grandes pérdidas económicas en las explotaciones ganaderas, por mortalidad de ejemplares, gastos en medicamentos o atención veterinaria. Esta dolencia está muy difundida, especialmente por la aparición de las enfermedades víricas a las que se asocia, aunque no es muy conocida en términos estadísticos, porque no es de declaración oficial.

 

El grupo que dirige Rodríguez Ferri, denominado Patógenos Respiratorios Bacterianos, se ocupa de Haemophilus parasuis y agentes próximos desde hace más de 20 años. En este sentido, los investigadores han abordado diferentes aspectos con relación con estos agentes, como su virulencia, el desarrollo de métodos de identificación, caracterización y diagnóstico, así como el estudio de moléculas de interés para el desarrollo de fármacos. En este conjunto de investigaciones, el programa de bioseguridad, en el que se enmarca el uso de desinfectantes, ha tenido "una atención particular", explica el especialista. Para estas líneas, la Universidad de León ha contado con la financiación de los ministerios de Ciencia e Innovación y Medio Ambiente, y Medio Rural y Marino, la Junta de Castilla y León y empresas privadas.